lunes, 6 de abril de 2009

La legua

De Norberto de La Riestra
Crecí escuchando esta medida de longitud. Por eso, cuando me refiero a distancias en el campo, hablo de leguas... al tanteo, medio sin saber qué ni cuánto. Y así me pasa con muchas palabras que fueron conformando mi mundo infantil y a las que fui dando significados acorde a mi observación y fantasía natural.

De la casa de mis antepasados hasta el pueblo de Norberto de La Riestra, por ejemplo, hay media hora justita caminando en llano a paso de persona sana y de mediana edad (yo). Se dice, entonces, que la casa está a media legua del pueblo.
Pero si hablábamos de llegarse a la laguna Diego Ruiz, por ejemplo, mi familia decía una legua laaarga. O sea, una hora y pico... a caballo.

Me sorprendí hace pocos días utilizando esta medida de longitud con una naturalidad inusual. Vi cómo se aproximaba la sombra del regreso a la raíz. Cruzaba el umbral sin pedir permiso y se instalaba en el espacio entre esta orilla y la otra.

2 comentarios:

perra dijo...

como siempre, y mirando tu bloog todos los lunes, muy pero muy bueno lo de los recuerdos y las distancias, claro como veras y como ya te dije no soy muy adepto a los Bloog, Fotolog Cocolog o como se llamen, pero cuando creo que hay algo interesante y emotivo vale la pena.......

Bea Marín dijo...

Gracias por tu presencia, amigo.

 
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